Luis Sandoval, de 39 años, maneja una empresa de alimentos en la ciudad. Él es oriundo de Quito, contrajo matrimonio con su esposa también quiteña en 2010. Ellos formaron una familia de tres integrantes hace dos años, en plena pandemia de covid-19, siempre tuvieron la ilusión de convertirse en padres, hasta que en ese año tuvieron en sus brazos a Alana, de 1 año y 10 meses. Ellos no planean tener otro hijo, creen que el amor les llegó cuando lo buscaron.


Luis Sandoval desea que su hija sea la mejor en todo lo que se proponga. Él quiere que su pequeña desarrolle sus destrezas en todas las actividades que impliquen una dificultad baja hasta un alta, por ejemplo, cocinar y ser la número uno en sus estudios.

Pretende desarrollar la independencia desde la corta edad de su hija para que se enfrente al mundo con responsabilidad. A estos deseos añade la felicidad, cree que sentirse bien y hacer las cosas por gusto le harán sentir llena emocional, física y mentalmente a Alana.