César Herrera tiene 52 años y se dedica a la administración de redes de infraestructura. En la universidad se graduó de la carrera de Ingeniería en Sistemas. Así que tiene un trabajo bastante flexible que puede hacer, la mayor parte del tiempo, desde casa.

Además, es un fotógrafo aficionado que lleva su cámara a todas partes y disfruta leyendo sobre ciencia e historia. Con su hijo comparte ciertos gustos, ven el mismo tipo de películas y a los dos les gusta la música electrónica y el heavy metal.

Cuando su hijo Francisco, de 23 años y estudiante de Medicina, estaba por cumplir 6 años su esposa Lorena falleció repentinamente y él tuvo que asumir ambos roles.

Muchos años después cuando su hijo creció decidió abrirse a la vida social y conoció a Paulina, también viuda con 3 hijas y 4 nietos. Junto a ella comparte sus días y llevan una vida tranquila. Completan la familia el perro Lorenzo y el gato Ramón.


En un futuro, a César le gustaría que su hijo tenga claro que, por la profesión que escogió, debe seguir preparándose y estudiando todo el tiempo. Que sea verdaderamente consciente de los sacrificios que implica dedicarse a la Medicina. En el mismo sentido, le aconsejaría que no descuide el tema familiar porque es también muy importante, es decir que trate de buscar un equilibrio entre la vida profesional y personal.

A este padre le alegría mucho confirmar en algunos años que el convertirse en médico solamente afianzó más el sentido de servicio y responsabilidad social de Francisco. Desde muy pequeño le ha inculcado la relevancia de ayudar a las personas de los sectores menos favorecidos de la sociedad. Ahora su hijo hace prácticas en el Club de Leones y César le recuerda a diario lo valioso y satisfactorio que es este tipo de asistencia social. Confía que, gracias al ejemplo que le ha dado, cuando Francisco forme su propia familia sabrá mantener la calma y no perder la paciencia con sus hijos.